Europa y Canadá exploran alternativas a los cazas estadounidenses

El panorama de la aviación militar está en plena transformación. Europa y Canadá, aliados históricos de Estados Unidos en tecnología aeroespacial, están evaluando alternativas a los cazas fabricados en ese país. Este giro responde a tensiones geopolíticas, costos elevados y la necesidad de garantizar autonomía tecnológica frente a un escenario global cambiante.

Naciones como Reino Unido, Alemania y Canadá están considerando opciones más allá del Lockheed Martin F-35 Lightning II y el Boeing F/A-18 Super Hornet. La dependencia de EE.UU. para repuestos, soporte y actualizaciones plantea riesgos estratégicos, especialmente en un contexto de políticas comerciales inciertas y disputas pasadas, como el rechazo canadiense al Super Hornet tras conflictos con Boeing. Y las alternativas son :

Eurofighter Typhoon

  • Desarrollado por Airbus, BAE Systems y Leonardo, este caza bimotor de cuarta generación plus está operativo en Reino Unido, Alemania, Italia y España. Alcanza Mach 2, tiene un alcance de 2.900 km y soporta 13 puntos de anclaje para armamento. Su diseño delta-canard prioriza maniobrabilidad, aunque no iguala el stealth del F-35.

Saab JAS 39 Gripen

  • Este caza ligero sueco, monomotor, cuesta unos 60 millones de dólares por unidad frente a los más de 100 millones del F-35. Con el motor GE F414, llega a Mach 1.9 y ofrece un alcance de 3.200 km con tanques externos. Su bajo costo operativo lo hace atractivo, especialmente para Canadá, que evalúa reemplazar sus CF-18.

Dassault Rafale

  • El Rafale, fabricado por Francia, es un caza polivalente de cuarta generación plus con capacidades stealth parciales. Equipado con dos motores Snecma M88, alcanza Mach 1.8 y un alcance de 3.700 km. Su radar AESA RBE2 y el sistema SPECTRA lo destacan en guerra electrónica y combate multirole. Francia lo impulsa como una alternativa independiente, ya operativa en su fuerza aérea y exportada a países como India y Qatar.

BAE Systems Tempest

  • Proyecto británico con apoyo de Italia y Suecia, el Tempest apunta a la sexta generación con tecnología stealth avanzada, inteligencia artificial y capacidad para operar drones. Previsto para la década de 2030, busca posicionar a Europa como líder en innovación aérea.

El dilema del F-35

El F-35 sigue siendo un referente: su diseño stealth, sensores integrados y conectividad lo convierten en una plataforma táctica única. Sin embargo, su costo —superando los 1.7 billones de dólares en el programa total— y los retrasos en entregas generan cuestionamientos. Canadá planea adquirir 88 unidades, pero las tensiones con EE.UU., agravadas por debates como el impacto de políticas de la era Trump en el programa (ver nuestro post anterior aquí), podrían alterar esa decisión.

Un giro estratégico

Optar por soluciones locales o aliadas no solo refuerza la defensa, sino también la economía. El Typhoon, Gripen y Rafale son alternativas probadas, mientras que el Tempest proyecta ambición a largo plazo. En un mundo donde la geopolítica puede limitar el acceso a tecnología extranjera, la independencia aérea se vuelve esencial.

En Aviageek seguiremos este desarrollo estratégico. ¿Podrán Europa y Canadá consolidar su propia fuerza aérea sin depender del dominio estadounidense?

[ Vía MSN ]